Los británicos, por supuesto, son algo
especial. No estoy hablando de
moralidad: estoy hablando de diplomacia.
Recuerdo que cuando era niño aquà en
la década de 1950, los británicos siempre
metÃan un equipo del ejército británico en
las competencias de fútbol senior de la
Ciudad de Belize. Los soldados solÃan
ser muy buenos, muy organizados,
totalmente comprometidos con el
concepto de equipo, pero hacia el final de
las primeras mitades el calor tropical
normalmente hacÃa que comenzaran a
desvanecerse. Pero personalmente no
puedo recordar que los jugadores
británicos fueran otra cosa que caballeros,
incluso cuando comenzaban a perder.
La diplomacia en el proceso tuvo que
ver con el hecho de que los británicos,
esencialmente, se estaban humillando ante
nosotros, los beliceños negros, que
éramos, en todos los aspectos, sus
súbditos. El amo se inclinaba ante su
sirviente.
No puedo continuar en esta columna
sin contar un chiste de Stretch Lightburn,
cortesÃa de Paul Cain. Stretch dijo que
el gran Paul Cain dijo una vez que
nosotros, los beliceños, éramos los
únicos negros en el mundo que estaban
protegidos por hombres blancos cuando
nos acostábamos. Estamos hablando,
nuevamente, de la década de 1950,
cuando Honduras Británica era una
colonia protegida de Guatemala por
soldados británicos.
En los últimos dos meses, tuve
reuniones, por separado, con dos de mis
estudiantes de tercer grado del Colegio
Técnico de Belize del año escolar 1968/
- Tal vez les hable sobre estas
conversaciones en algún momento, pero
la razón por la que mencioné el tema fue
la controversia que estalló recientemente
en dos escuelas preescolares de Ladyville
porque se estaban negando a admitir a
un niño con trenzas rastas en sus clases.
Ambas son escuelas afiliadas
religiosamente: cristianas.
Creo que conocà al padre involucrado,
Kevin Pollard, cuando ambos vivÃamos
en el área de First Street de King’s Park
(fines de los 70, 1980). Kevin ha elegido
un camino de valentÃa y principios que
puede traerle problemas a su hijo. Digo
esto porque la religión es muy, muy
poderosa en el sistema escolar de este
paÃs, y todos los padres responsables
tienen la educación de sus hijos como
una consideración primordial.
Les he dicho antes que el
rastafarianismo es una religión que surgió
en la década de 1930 en Jamaica con sus
raÃces en el garveyismo. Pero creo que
la mayorÃa de los beliceños son reacios a
aceptar el rastafarianismo como religión.
Pero también les he dicho antes que la
mayor parte del poder del catolicismo
romano, solo como ejemplo, proviene en
gran parte de su magnÃfica colección de
escuelas en todo el mundo. Cuando
Ignacio de Loyola organizó la orden
jesuita de clérigos en la década de 1540,
su intención expresa era usar la educación
para luchar contra las fuerzas protestantes
en Europa que tenÃan a la anteriormente
invencible iglesia romana tambaleándose
en paÃses como Inglaterra, Escocia,
Alemania, Francia, los PaÃses Bajos y
demás. En este sentido, los jesuitas han
tenido mucho éxito. Están a la vanguardia
de la obra misionera católica romana. Por
cierto, mi segundo hijo, Cordel, fue a una
universidad estadounidense con una
media beca de los jesuitas.
La mención del Colegio Técnico de
Belize es un factor en este ensayo porque
el Colegio Técnico fue la primera escuela
secundaria gubernamental establecida en
Honduras Británica. Esto fue en 1952,
cuando aún éramos una colonia británica.
El Colegio Técnico tuvo un éxito
fabuloso. La escuela es muy estimada
por mà porque enseñé allà como mi primer
trabajo en Belize después de regresar a
casa; mi tÃo materno, Buck Belisle, era
el subdirector allÃ; y su hija mayor,
Georgia, se convertirÃa en directora del
Colegio Técnico para suceder a Owen
Morrison a principios de la década de
1990 hasta que intervino la polÃtica
partidaria. Ah, y mi hijo mayor, Mose,
se graduó de la escuela secundaria y de
sexta forma del Colegio Técnico.
El increÃble éxito del Colegio Técnico
preocupó a la jerarquÃa católica romana,
tanto que el legendario p. Leo Weber, C.
de J., el jefe del Colegio San Juan (SJC
por sus siglas en inglés), abrió una sección
vocacional en SJC a principios de la
década de 1960. Pero eso fue solo una
competencia educativa, supongo. Ahora
creo sinceramente que el Colegio Técnico
provocó la ira y el odio del Partido Unido
del Pueblo (PUP) cuando Socorro
Bobadilla dirigió a los estudiantes del
Colegio Técnico en un alboroto en toda
la ciudad que cerró todas las escuelas
secundarias de Belize durante el alboroto
por el Preámbulo de Acuerdo en 1981.
El incidente nunca ha sido debidamente
investigado, pero recientemente lo que
llegué a entender es que la administración
y el personal del Colegio Técnico no
intervinieron para evitar que Socorro
liderara la insurrección. Esto nunca
hubiera sucedido en ninguna de las
escuelas religiosas de Belize.
No podemos tratar este tema
adecuadamente en una columna de
periódico. Seguramente admiro a Kevin
por su valor y principios. Valor, digo,
porque sabemos que los romanos solÃan
alimentar a leones con cristianos.
En otras palabras, el valor puede ser
una proposición problemática. Me
preocupan las implicaciones para su hijo.
Vi lo que la estructura de poder en Belize
le hizo al Colegio Técnico. TodavÃa no
puedo creer lo que ven mis ojos.