Lunes, 14 de noviembre de 2022
Han pasado casi dos semanas desde que el huracán Lisa, un huracán de categorĂa uno, azotĂł la Ciudad de Belize y sus alrededores, y expuso la realidad de las condiciones de vida de algunos residentes que el resto de nuestra sociedad realmente no habĂa comprendido antes. Como polvorientas ventanas de vidrio que empañan nuestra visiĂłn, a travĂ©s de todos los tiempos econĂłmicos difĂciles desatados sobre nuestros ciudadanos junto con el advenimiento de Covid-19, y nuevamente más recientemente con las consecuencias inflacionarias de la guerra Rusia-Ucrania, aquellos de nosotros que hemos sido afortunados ganando un salario digno y manteniendo una situaciĂłn hogareña segura y cĂłmoda, nos habĂamos vuelto complacientes y algo insensibles a los repetidos informes de delitos violentos, incluidos asesinatos, y quejas sobre las terribles condiciones de vida que muchos de nuestros ciudadanos han tenido que soportar. “Es un mal viento que no trae nada bueno”, y esta Lisa ha dejado expuesta a su paso la pura verdad de la situaciĂłn real de pobreza que viven a diario muchos beliceños. Con suerte, esta cruda revelaciĂłn generará, no solo algunos arreglos rápidos y asistencia alimentaria de emergencia, sino una reevaluaciĂłn más profunda y fundamental de cĂłmo está estructurada nuestra economĂa social, y luego, con suerte, podremos ver algunos cambios sinceros y radicales en el “sistema”.
En su campaña preelectoral a principios de 2020, una de las promesas del manifiesto del actual gobierno del PUP fue instituir un salario mĂnimo de $5.00 por hora. Ya en 2020 se alzaron algunas voces que sugerĂan que la cifra era demasiado baja; pero incluso despuĂ©s de un par de años de Covid-19 y de casi un año de crisis econĂłmicas por la guerra entre Rusia y Ucrania, que provocĂł un aumento de los precios de las materias primas, ahora, en 2022, algunos miembros de la comunidad empresarial todavĂa sostienen que $ 5.00 por hora es un salario mĂnimo demasiado alto, y que tendrá el efecto negativo de obligar a las empresas a recortar personal para seguir siendo viables. Realmente hay un problema en Belize si se espera que un trabajador cabecera de familia proporcione comida en la mesa, tenga acceso a agua y electricidad, y sostenga los pagos de alquiler o hipoteca para una estructura de vivienda segura, mientras viste incluso un solo niño y lo/la envĂa a la escuela, todo con un salario semanal de $225.00, que es a lo que equivale $5.00 la hora. La Ăşnica forma en que eso es posible es si nuestro “sistema” brinda un apoyo importante para las necesidades básicas, como la atenciĂłn mĂ©dica y la vivienda.
Al enfrentar la destrucciĂłn masiva de viviendas de bajo costo y mal construidas que el huracán Lisa arrasĂł, el Primer Ministro Briceño se conmoviĂł y lamentĂł que, “…No creo que nadie deba vivir en esas condiciones en 2022 en ninguna parte del mundo, especialmente en Belize”. Pero si nuestro P.M. se toma en serio la provisiĂłn de viviendas decentes y construidas de manera segura para los beliceños de bajos ingresos, es posible que nuestro gobierno deba asumir la carga financiera de esta iniciativa para cumplir con su mantra de “justicia social”. No hay otra manera, excepto con un salario mucho más alto ganado, para que un ciudadano asegure de manera realista una vivienda adecuada y segura. Y actualmente el gobierno se está estancando, incluso haciendo una consultorĂa, antes de pasar a implementar el magro salario mĂnimo de $ 5.00 por hora, que aĂşn no pondrá a ningĂşn asalariado en condiciones de alquilar o construir su propia casa segura.
No hay duda de que el sistema capitalista tiene sus mĂ©ritos, respetando la propiedad privada y brindando incentivos y recompensas para inspirar y motivar a los ciudadanos a aplicar un gran esfuerzo, creatividad, un audaz y arriesgado espĂritu empresarial y un impulso enĂ©rgico hacia la alta productividad. Ahora, mientras unos pocos individuos excepcionales se las arreglaron para salir adelante por sĂ mismos, es innegable que en todo el mundo ciertos sectores de la sociedad moderna recibieron una ventaja en el mundo capitalista competitivo a travĂ©s de la riqueza generacional heredada como legado de los dĂas de la esclavitud y el colonialismo. Entonces, algunas personas se han convertido en multimillonarios e incluso billonarios. Pero tambiĂ©n es innegable que cada aspecto de la riqueza material sale inevitablemente de la tierra que ninguno de nosotros hizo. El sol brilla con su energĂa y las plantas crecen, con la ayuda de los agricultores para obtener grandes cosechas. Y todos los elementos básicos y minerales salen de la tierra, “bondad de Dios”, para ser “trabajados” y refinados por manos humanas. Todo lo que construimos y fabricamos, desde los automĂłviles hasta los rascacielos, todos los productos quĂmicos, las drogas y los comestibles en el supermercado, todo proviene originalmente de la tierra, para ser “fabricado” y “modificado” por el genio de las mentes humanas y el trabajo de manos humanas. Y las “fuerzas del mercado” influyen entonces en la determinaciĂłn de los precios que pagaremos por los diversos “bienes y servicios”, desde la comida hasta el entretenimiento, el transporte, la comunicaciĂłn, la educaciĂłn, la atenciĂłn mĂ©dica, los servicios pĂşblicos (agua, electricidad, internet), etc. El sistema capitalista funciona, y los más trabajadores, los más industriosos, los más inteligentes e incluso los más afortunados, como en la loterĂa y el loto, triunfarán; y eso es bueno.
Pero hay un problema. ÂżCuán grande es muy grande? ÂżY aĂşn no hay que tirar la basura? ÂżY las aguas residuales? Y cortar la hierba, y barrer las calles; etcĂ©tera etcĂ©tera.? Bien vale; asĂ que dejemos que el “sistema” siga funcionando y los ricos sigan haciĂ©ndose más ricos. Bien. Entonces, don señor grande pasa de millonario a billonario; y sigue haciĂ©ndose más y más grande. ÂżNo hay problema? Bueno, resulta que hay una gran caravana en su frontera, señor. ÂżY si esos recolectores de basura, trabajadores de plantas de alcantarillado, cortadores de cĂ©sped y limpiadores de calles, quĂ© pasarĂa si estas pequeñas personas llegaran a un punto en el que no lo pueden soportar más y se embarcaran en una masiva huelga unificada? Su inodoro no puede descargar; su basura se amontona; no hay agua; no hay luz. ÂżEntonces que? ÂżY por quĂ©? Porque por mucho que trabajen, no pueden ganar el salario semanal que les permita alimentar a sus familias y asegurar sus hogares contra un huracán como Lisa.
Al considerar tal situaciĂłn, se debe hacer la pregunta: ÂżDe dĂłnde vienen los miles de millones del hombre rico? Elon Musk (o Michael Ashcroft) no se sentĂł en una silla, chasqueĂł los dedos y el dinero rodĂł como un torrente poderoso. La riqueza sale de la tierra; el genio de las mentes humanas y el trabajo de las manos humanas convirtieron las materias primas en cosas de valor, y el espĂritu empresarial y el ingenio del hombre rico utilizaron la ayuda de otros para aprovechar y multiplicar ese valor, y ahora cosecha la gran recompensa. Pero no lo hizo solo. No pudo. Entonces, hay un problema.
Respetar la propiedad privada de los ricos es una cosa. Pero los ricos tambiĂ©n deben respetar los derechos humanos de los pobres. Y ese es el desafĂo de las edades y el desafĂo para Belize. Un aspirante a polĂtico beliceño de un tercer partido declarĂł categĂłricamente una vez que la primera prioridad si lograba el poder polĂtico serĂa renovar drásticamente el sistema tributario en Belize, de modo que el flujo de riqueza en direcciĂłn a los pocos en la parte superior frenarĂa un poco, para que el goteo, cuya escasez ha sofocado la vida de las masas en el fondo, pueda aumentarse hasta un flujo habitable. Quizás por eso fue considerado “no elegible”.
Las Naciones Unidas reconoce este problema en su “Declaración Universal de Derechos Humanos”. (Consulte The Reporter, página 19, del domingo 13 de noviembre de 2022). A continuación, se incluyen algunos extractos.
El exjefe de derechos humanos de la ONU, Navi Pillay en The Tunis Imperative: “Para la ONU, la atenciĂłn de la salud, la educaciĂłn, la vivienda y la justa administraciĂłn de justicia no son mercancĂas para vender a unos pocos, sino derechos a los que todos tienen derecho sin discriminaciĂłn.”
Y en referencia a una “Iniciativa del Piso de Protección Social”, que la ONU acordó en 2009, la Jefa de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dijo: “Todos queremos ver un mundo donde todos los niños y todos los adultos vean sus necesidades básicas satisfechas; donde el desempleo, las lesiones, la mala salud, la vejez o la invalidez no sean señales de miseria y penurias; donde las personas no queden desprotegidas en tiempos de crisis y desastre”.
Los ricos y los “peces gordos” pueden cuidar de sĂ mismos. DespuĂ©s de Lisa, despuĂ©s de la recuperaciĂłn y reconstrucciĂłn de emergencia, la tarea y el desafĂo del gobierno es cuidar de “los más pequeños de estos”, para que una enfermedad no condene a una familia al despojo de su tierra o casa debido a astronĂłmicos costos de atenciĂłn de la salud. Nuestro sistema econĂłmico necesita urgentemente un reinicio, donde la nueva estructura comience desde los cimientos con un adecuado “Piso de ProtecciĂłn Social”; y luego, dejar que las fichas caigan donde caigan para los grandes ganadores de nuestra economĂa mixta. Es la Ăşnica manera de que “todos ganen”, Honorable P.M.