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Rep. de Organización de conservación se sobrepasó

Editorial (En Espanol)Rep. de Organización de conservación se sobrepasó

La Alianza de Líderes Mayas, la Sociedad Julian Cho y la Asociación de Alcaldes de Toledo, a través de un comunicado de prensa emitido el 8 de febrero, alertaron a la nación sobre un intento de una organización internacional de conservación de la vida silvestre, Flora and Fauna International, representada por la Sra. Lisel Alamilla, de tomar control de tierras en las cercanías de Indian Creek, una de las 38 aldeas en el distrito de Toledo que la Corte Suprema de Belize (SCB en inglés) dictaminó en 2010, y la Corte de Justicia del Caribe (CCJ en inglés) afirmó en 2015, tiene derechos consuetudinarias sobre las tierras que tradicionalmente usaban para su sustento.

El Atlas de Justicia Ambiental (EJT), en el sitio web ejatlas.org, dice que el Gobierno de Belize comenzó a otorgar masivas concesiones de tala a largo plazo en el distrito de Toledo a empresas extranjeras en 1985. El EJT dice que en 1996 la empresa malaya Atlantic Industries recibió una concesión para cosechar madera en 200,000 hectáreas (casi 500,000 acres) de la selva tropical de Toledo.

Esta invasión de sus tierras alarmó a los mayas beliceños y, para defender sus medios de vida, el Consejo Cultural Maya de Toledo (TMCC en inglés) y los alcaldes mayas buscaron protección en los tribunales. Cuando el TMCC, bajo su líder, Julian Cho, ahora fallecido, acudió a los tribunales para bloquear a Atlantic Industries, pedían el control de 500,000 acres, una superficie similar a la que nuestro gobierno había otorgado a la empresa malaya para explotar.

Cabe señalar que los beliceños mayas también estaban alarmados porque beliceños de otros distritos, algunos de ellos representando a estadounidenses ricos; y chinos ricos que habían comprado la ciudadanía beliceña, y operativos políticos sin escrúpulos estaban centrando su atención en adquirir tierras en Toledo de beliceños pobres sin dinero en el distrito, y tierras tradicionalmente utilizadas por los mayas que eran oficialmente tierras de la corona.

En otras partes de Belize, el gobierno ha adquirido grandes extensiones de terratenientes cuyos títulos se extienden hasta lo más profundo de nuestro pasado colonial, y estos han sido entregados a los beliceños para la expansión de aldeas, con fines agrícolas y, en algunos casos, para la gestión de grupos conservacionistas.

A diferencia de los beliceños en otras partes del país, nuestros hermanos y hermanas mayas en el sur, en su mayor parte, no delimitaron parcelas de tierra para propiedad individual, sino que, según sus costumbres, trabajaron la tierra en comunidad.

El caso interpuesto por los mayas de Toledo no les brindó el alivio que buscaban, por lo que llevaron el asunto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que determinó que el gobierno había violado sus derechos y recomendó que el gobierno demarcara y otorgara títulos a los mayas sobre las tierras que usaban tradicionalmente.

En 2007, en un caso histórico, el Presidente del Tribunal Supremo de Belize, el Dr. Abdulai Conteh, dictaminó en la Corte Suprema que nuestros hermanos y hermanas mayas en Conejo y Santa Cruz tenían derechos consuetudinarios sobre las tierras de esas aldeas.

Después de la victoria de 2007 en la Corte Suprema, los líderes mayas presentaron un reclamo que incluía las tierras en 38 aldeas, y en 2010 obtuvieron otro fallo favorable en la corte. Ese caso tardó en llegar a los tribunales, en gran parte porque el gobierno de turno estaba empleando tácticas dilatorias, y en 2009 los líderes mayas acusaron que mientras esperaban que se escuchara el caso, el gobierno, muy irrespetuosamente, continuaba emitiendo arrendamientos y concesiones madereras en las tierras que ellos ocupaban tradicionalmente.

Después del fallo de 2010, el gobierno (UDP) dijo que si bien apoyaba el fallo para las dos aldeas, no podía aprobar el fallo para 38 aldeas y apeló. En 2015, la CCJ confirmó el fallo de 2010 de la Corte Suprema de Belize.

Danielle DeLuca, en un artículo de 2015 titulado “los mayas ganan derechos territoriales sin precedentes en Belize en tribunales internacionales”, publicado en la revista Cultural Survival, escribió que la CCJ estableció en su fallo de 2015 que las 38 comunidades “tienen derechos sobre las tierras que han utilizado habitualmente y ocupado”, que “los derechos tradicionales sobre la tierra constituyen una propiedad igual en legitimidad a cualquier otra forma de propiedad según la ley de Belize” y que nuestro gobierno debería “registrar las tierras de las aldeas mayas” y “cesar y desistir de cualquier interferencia, destrucción o uso de las tierras que interferirían con el disfrute de las tierras por parte de los mayas”.

Después del fallo de la CCJ, a la Sra. Alamilla se le dio la tarea de trabajar con los líderes mayas para implementar el fallo del tribunal, pero el gobierno al que servía, claramente estaba más interesado en obstaculizar que en respetar el fallo del tribunal.

Cuando el PUP asumió las riendas del gobierno en noviembre de 2020, le indicó al mundo que no andaría con tiento en torno al fallo de la SCB y la CCJ sobre los derechos consuetudinarios de la tierra maya, al formar el Ministerio de Desarrollo Humano, Familias e Asuntos de los Pueblos Indígenas: la primera vez que un gobierno prestara tanta atención a los “asuntos de los pueblos indígenas”.

Kory Leslie, en una nota en el Amandala fechado el martes 19 de enero de 2021, informó que el Ministro de Desarrollo Humano, Familias y Asuntos de los Pueblos Indígenas, la Honorable Balderamos García, hablando sobre la orden de consentimiento que la CCJ emitió al Gobierno de Belize en 2015, dijo a News5: “Queremos señalar un nuevo día de respeto, primero que nada, para todo el pueblo maya y, segundo, compromiso. Es posible que no siempre estemos de acuerdo, porque existe el concepto de lo que se llama consentimiento libre, previo e informado”.

Se podría interpretar que la Sra. Lisel Alamilla está tratando de obligar al nuevo gobierno a resolver un asunto que el gobierno bajo el cual se desempeñó como senadora, como ministra de Bosques, Pesca y Desarrollo Sostenible, y como presidenta de la Comisión de Derechos Territoriales de los Mayas de Toledo, no pudo hacer durante sus más de doce años en el cargo, de 2008 a 2020.

En 2007, el Instituto Sarstún Temash para la Gestión Indígena (SATIIM en inglés) impugnó a US Capital Energy por una concesión que el gobierno le había otorgado a la empresa para explorar en busca de petróleo en un área que los mayas reclaman como terrenos tradicionales. Cabe señalar que cuando se encontró petróleo en la propiedad privada Spanish Lookout, la comunidad menonita, que solo ha estado aquí desde la década de 1950, cobró regalías sustanciales. Sin los derechos a las tierras ancestrales que han estado utilizando comúnmente, los mayas, como comunidad, no recibirían un centavo.

La implementación de la decisión del tribunal sobre los derechos consuetudinarios maya podría toparse con puntos desiguales en lo que concierne a tierras en manos de extranjeros, o de beliceños que no son mayas, o de beliceños mayas que creen en el sistema occidental de propiedad privada de la tierra. En este caso reciente de sobrepaso por parte de la organización de conservación, la tierra en su mira está en las cercanías de Indian Creek, y todos entendemos el fallo de la corte.

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