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Que comience el torneo…

Editorial (En Espanol)Que comience el torneo...

A medida que se avecinaban las celebraciones anuales del 10 de septiembre de 1958, el obsesivo Price concibió la idea de promover un certamen de belleza de Miss Belize para competir con el concurso de la Reina de la Bahía promovido por el Orden Leal y Patriótico pro-británico de los Baymen. Luego se dedicó a una ráfaga de intercambio de cartas con el Gobernador Thornley. Su objetivo era conseguir que el Gobernador asistiera al certamen de Miss Belize en lugar de la Reina de la Bahía. Thornley respondió que ya estaba comprometido a asistir al tradicional certamen y que, en cualquier caso, como representante de Su Majestad, no podía asistir a este concurso, a menos que fuera nombrado Miss Honduras Británica, ya que Belize no era el nombre del país. Price cínicamente se ofreció para resolver los horarios conflictivos del Gobernador, retrasando la ceremonia de su partido político para permitirle al gobernador tiempo para asistir a la del O L&P. El Gobernador declinó, señalando que el programa de eventos del PUP no presentaba el discurso tradicional de lealtad al Gobernador ni tampoco había ninguna referencia a los Hombres de la Bahía o a Honduras Británica. Price replicó que antes de ser llamado Honduras Británica, el país había sido referido como el Asentamiento de Belize en la Bahía de Honduras y que en su día nacional un país debía recibir amor y lealtad de sus amigos, no darle lealtad a otros. Naturalmente, Thornley no iba a ser persuadido. El episodio inauguró la puesta en escena anual de dos concursos de belleza. Miss Belize fue percibido como un evento PUP, mientras que la Reina de la Bahía fue considerado como un evento pro-británico.

• pág. 153, GEORGE PRICE: A LIFE REVEALED, por Godfrey P. Smith, Ian Randle Publishers, 2011

Diríamos que el torneo político que implica las elecciones municipales nacionales del próximo marzo está comenzando, especialmente en la vieja capital. Desde hace algunos años, agosto ha estado sangrando hasta entrado septiembre, en cuanto a las celebraciones se refiere. Lo que el aspecto patriótico de las celebraciones hace es enfatizar las diferencias entre las dos poblaciones centrales de la Zona Sur, que son los afro-sajones y los de la base, si nos permiten usar estas designaciones.

Como fue expuesto la semana pasada cuando una sección no oficial de la población de Belize tuvo que celebrar eventos (su cuarto anual) para marcar el Día de la Emancipación – 1 de agosto, Belize es una anomalía en el esquema del Caribe Británico de las cosas, porque nunca celebramos el Día de la Emancipación, la original tal celebración del Caribe británico siendo el 1 de agosto de 1838. Lo que el Belize oficial hizo, después de optar por el estatus colonial británico en 1862 y el estatus de Colonia de la Corona en 1871, fue organizar un evento en 1898 originalmente conocido como Centenario – el centenario de la Batalla de Cayo San Jorge. El Centenario definió las celebraciones de septiembre para la primera mitad del siglo XX aquí, y contó con la alianza entre la administración británica y los afro-sajones de Belize.

En la última parte de los años cincuenta, el entonces gobernante Partido Unido del Pueblo (PUP), apoyado básicamente en la Zona Sur por la sección de la base de la población a quien siempre se le había negado el reconocimiento oficial y las oportunidades de celebraciones para el Día de la Emancipación, buscó enfatizar los aspectos nacionalistas de las celebraciones oficiales de septiembre en contraposición a la narrativa del Centenario de los Hombres de la Bahía. El elemento afro-sajón reaccionó con gran indignación, en parte porque esta iniciativa anti-centenario del PUP comenzó alrededor de la misma época cuando un agresivo presidente guatemalteco, Ydígoras Fuentes, elegido en 1958, estaba hablando locuras de “recuperar” a Belize para Guatemala. Los afro-sajones, diríamos nosotros, ganaron ese debate, en el sentido de defender el Centenario, en parte porque los beliceños de la base se mostraban ambivalentes acerca del nuevo Día Nacional del PUP el 10 de septiembre.

Los beliceños de la base disfrutaban de las celebraciones del Centenario simplemente por disfrutarlas, en primera instancia y, en segundo lugar, había una corriente anti negra en el reclamo guatemalteco, empujado por Fuentes, que los perturbaba.

Con la llegada de la independencia política en 1981, las celebraciones septembrinas comenzaron a tomar un acabado de bacanal y de libertinaje, así que la discusión entre los pro-Baymen afro-sajones y los radicales rebeldes de la base se movió del frente y el centro. Sin embargo, con las elecciones municipales convocadas dentro de siete meses, y siendo éstas las primeras elecciones serias en más de dos años, agosto/septiembre de 2017 marca esencialmente el comienzo de este torneo político.

Como los titulares, el gobernante Partido Democrático Unido (United Democratic Party, UDP), tendría que ser favorecido para las elecciones del próximo marzo, porque tienen mucho dinero. Esto suele ser el caso de los partidos gobernantes en Belize, porque el partido gobernante dirige todos los contratos públicos a aquellos individuos y grupos que entienden que deben donar al tesoro del partido para expresar su gratitud por la amabilidad del partido.

El dinero afecta seriamente las elecciones en Belize, pero el dinero no decide las elecciones en Belize. El ejemplo más notable del electorado beliceño eligiendo ir en contra del dinero grande ocurrió en junio de 1993 en que el PUP repleto de dinero recibió una sacudida eléctrica del UDP. Sí, los votantes beliceños de la base aceptan dinero de los partidos el día de las elecciones, y de hecho muchos de los votantes solicitan dicho dinero, pero el dinero del UDP no decidirá marzo de 2018.

Este no es un tema que explicaremos en este ensayo. Todo lo que queremos decir aquí es que las celebraciones de agosto/septiembre comienzan este torneo, porque después de esto el festejo de Navidad está a la vuelta de la esquina en diciembre, y luego de repente Marzo estará sobre nosotros.

Tenemos un amor especial para el Partido Progresista de Belize (Belize Progressive Party, BPP), porque el líder del BPP, Patrick Rogers, creció como nuestro vecino en la esquina de las calles Partridge y Vernon. No sólo eso, cuando alcanzó la mayoría de edad Patrick Rogers apoyó financieramente nuestro equipo de baloncesto Raiders a través de su compañía, Computech. Además, este periódico comparte muchos de los puntos de vista de Patrick y, por supuesto, admiramos el magnífico entendimiento analítico de este caballero.

Sin embargo, como partido bisagra, el BPP es víctima del sistema electoral de Belize de mayoría simple y de su propia historia aritmética. El BPP no pudo obtener el 3 por ciento del voto en las elecciones generales de noviembre de 2015. En un sistema de representación proporcional, el 3 por ciento juega un papel en la toma de decisiones nacionales, como podemos ver en las historias de las naciones que han instalado tal sistema. Sin embargo, el sistema de mayoría simple sólo tiene espacio para los grandes: no es tan democrático, en el sentido de poder popular, como lo es la representación proporcional.

Este periódico es una voz que clama en el desierto, porque ninguno de los dos partidos principales, al ser elegido para el cargo, jamás elegiría voluntariamente cambiar la mayoría simple por la representación proporcional. Una vez que uno está en el poder, la mayoría simple es demasiado dulce y es oh tan seguro. Uno no tiene que preocuparse por la gente durante cinco años enteros.

La decisión del Primer Ministro, el Honorable Dean O. Barrow, para posponer una vez más la reinscripción de los votantes hasta después de las elecciones municipales nacionales del próximo marzo, revela lo crítico que son estas elecciones para él. Una derrota rompería la racha ganadora de 14 años del UDP y ensuciaría el legado del Honorable. Es interesante notar que los tres primeros ministros anteriores en Belize salieron de la escena con una derrota: el Sr. Price en 1993, el Sr. Esquivel en 1998 y el Sr. Musa en 2008.

El UDP luchará con los dientes y las uñas. Hay gatos gordos alrededor del P.M. que se han acostumbrado a vivir la vida buena. El problema para el UDP es que a veces el electorado beliceño comienza a especular que cualquier cambio es mejor que ningún cambio en absoluto. Que comience el torneo…

¡Poder al pueblo!

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