(Un recuerdo del pasado. La columna que sigue se publicó por primera vez en agosto de 1994, AMANDALA n.° 1303. El partido UDP del Dr. Manuel Esquivel estaba en el poder, tras obtener una sorpresiva victoria en las elecciones generales de junio de 1993. Los Kremandala/Johnson Raiders eran dos veces campeones de baloncesto semiprofesional en el momento de la publicación de esta columna).
Al parecer, el gobierno de Belize ayudó a subvencionar la gira vacacional a Belize la semana pasada del jugador de Los Angeles Clippers, Pooh Richardson, otros exalumnos de baloncesto de la UCLA y algunos actores de Hollywood. A cambio, los jugadores de baloncesto jugaron tres partidos amistosos contra un equipo beliceño seleccionado por Pulu Lightburn y entrenado por Pinas Staine. Los jugadores estadounidenses de baloncesto también organizaron campamentos de entrenamiento en Belize para jóvenes de entre 8 y 17 años.
La visita recibió gran publicidad en los canales 5 y 7 (televisión) y en la BCB (Friends FM y Radio Belize Gold). La actitud de los comentaristas deportivos de la BCB fue notablemente entusiasta, considerando que estas mismas tres personas criticaron y faltaron respeto a la liga semiprofesional de baloncesto de Belize durante toda la temporada, perjudicando gravemente la asistencia a los partidos de la BBL.
Este es un tema delicado para mí; primero, porque hay cierta animosidad personal de por medio, y segundo, porque existe aquí rivalidad y envidia en cuanto al baloncesto.
Lo cierto es que cuando los Kremandala Raiders se unieron a la liga semiprofesional en su año inaugural (1992), los campeones defensores eran Jah Jam, un equipo que contaba con los tres comentaristas deportivos de la BCB como destacados entrenadores y mánagers. Había una feroz rivalidad entre los Raiders y Jah Jam. Los Raiders vencieron a Jah Jam cuatro veces consecutivas, y después del año pasado, los tres decidieron dejar el baloncesto semiprofesional y dedicarse por completo a la narración deportiva.
En fin, esta columna no se trata solo de baloncesto: trata más sobre negocios, industria y empleos en nuestra comunidad. La liga semiprofesional de baloncesto genera, durante siete meses al año, empleos a tiempo parcial para 90 jugadores. Las franquicias de la BBL también generan entre 40 y 50 empleos a tiempo parcial para entrenadores, mánagers, estadísticos, masajistas, conserjes, banderilleros, animadores del medio tiempo, etc. El baloncesto semiprofesional emplea a unos 10 árbitros y entre 12 y 15 encargados de la mesa técnica. La BBL genera ingresos para imprentas, boleteros, locutores de radio, empleados de restaurantes y bares, guardias de seguridad, policías, videógrafos, etc.
Además, la BBL paga todas las facturas de los partidos de baloncesto amateur en el Civic.
Si se analizaran los beneficios económicos que la BBL proporciona a esta comunidad, se diría que no hay razón para que la industria no reciba apoyo, incluso subvenciones del gobierno si es necesario. Pero ha habido problemas, especialmente este año. La impresión que algunos tenemos es que los políticos en el poder tienen una actitud negativa.
Así que se subieron al tren de la NBA de una semana. Pero este fue un caso de vender sueños de 7 días cuando la realidad estaba ahí para apoyarlos durante 7 meses de duro trabajo. ¿Qué es más importante, que uno o dos jugadores beliceños tengan la suerte y la calidad suficiente para llegar a la NBA, o que 90 jugadores beliceños sigan teniendo trabajo?
Me di cuenta de que el editor de AMANDALA, Glenn Tillett, no cubrió la gira de la NBA, aunque el periódico compró fotografías de los partidos a David Jenkins. Creo que debería haber cubierto la gira, pero no puedo estar enojado con Glenn. Verán, también es el gerente general de los Johnson Raiders, y vio toda la m—- que pasó este año, y sintió la presión y el dolor. Así que creo que cuando vio a la misma gente que criticó duramente a los Raiders y a la BBL tan entusiasmados y positivos sobre los partidos de exhibición la semana pasada, eso lo desanimó.
En esta columna, he intentado no mostrar mi enojo. Durante toda la temporada, mientras perdíamos miles y miles de dólares, intenté actuar como un hombre de negocios. Este es un tema que ahora requiere debate público, porque la BBL es más que un deporte: es una industria del entretenimiento.
Lo más importante que un joven negro en la Ciudad de Belize puede tener es un trabajo, cualquier tipo de trabajo legal. Cuando uno se dedica a eliminar los trabajos que sí existen, creo que su agenda es enfermiza y peligrosa.
P. D.: Los partidos de exhibición no son realmente una exhibición justa para los jugadores beliceños, porque el compromiso previo no es defender nuestro orgullo nacional. En cambio, antes de los partidos se les advierte a los jugadores beliceños que deben tener cuidado de no lastimar a los estadounidenses. Esto inhibe a nuestros jugadores, les quita la agresividad necesaria en la competencia internacional e impide a nuestros jugadores que rindan al máximo.