Sí escuchan Radio KREM con regularidad, con frecuencia escucharán a personalidades como YaYa Marin Coleman y Katie-Numie Usher hablar, despectivamente, diría yo, de aquellos a quienes se refieren como individuos colonizados entre las personas prominentes de Belize.
Creo que la gente de la Sociedad para la Promoción de la Educación y la Investigación (SPEAR por SUS siglas en inglés), en la era posterior a la independencia de Belize, discutió su opinión de que Belize se había convertido en un país independiente, pero que el pueblo beliceño no había sido descolonizado.
Haití era una colonia francesa (la más rica del arsenal francés) a la que llamaron San Domingo en 1789 cuando estalló la Revolución Francesa con el asalto a la prisión de la Bastilla en París, la capital de Francia. La revolución en Francia provocó reacciones a miles de kilómetros de distancia, en San Domingo, donde la mayoría de la población eran esclavos africanos cortadores de caña, lo que provocó un levantamiento de esos esclavos que comenzó en 1791 y fue la única exitosa revolución de este tipo en la historia.
A finales de la década de 1790, un tal Napoleón Bonaparte se convirtió en una especie de potencia monárquica en Francia, casi al mismo tiempo que Toussaint L’Ouverture, un ex esclavo, se había convertido en amo absoluto de Haití y controlaba la República Dominicana, que había sido una Colonia española en el lado oriental de La Española. Entonces, creo que es posible decir que el pueblo haitiano fue el primer pueblo en ser descolonizado (o en descolonizarse a sí mismo) en el hemisferio occidental después de haber sido dominado por las potencias europeas.
Pero no fue el gran Toussaint quien completó la descolonización del pueblo haitiano. Toussaint era un gran admirador de la cultura y la civilización francesas, y cuando Napoleón envió a su cuñado, Charles Leclerc, con un ejército en 1802 para volver a esclavizar a Haití, Toussaint se comportó de manera demasiado diplomática, como resultado de lo cual los franceses lo traicionaron, lo capturaron y lo enviaron a Francia para morir encadenado.
Se puede decir que fue un hombre considerado un salvaje, Dessalines, quien llevó a los haitianos a la victoria sobre el ejército francés que Napoleón había enviado para volver a esclavizar a los haitianos. Pero este es un tema que no puedo discutir con autoridad, porque a nosotros, como súbditos británicos que crecimos en Honduras Británica en las décadas de 1950 y 1960, no se nos enseñó absolutamente nada sobre la Revolución haitiana. (Haití se convirtió en una república negra en 1804, y el pueblo haitiano es un pueblo descolonizado si se los compara con nosotros, los beliceños).
En el año 1812, el mencionado Napoleón Bonaparte, en ese momento al mando del mejor ejército de Europa, invadió Rusia. Nosotros, los beliceños, no sabemos nada sobre Rusia, hasta el punto de que creemos que los británicos y los estadounidenses derrotaron a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, cuando en realidad fueron los rusos quienes sacrificaron 26 millones de vidas para luchar contra Adolf Hitler, que había cometido el mismo error en 1941 que Napoleón hizó en 1812, es decir, invadir Rusia demasiado cerca del inicio del mortífero invierno ruso.
Los invasores franceses y rusos libraron una batalla llamada Batalla de Borodino cuando los franceses se acercaban a Moscú, la capital rusa. Una página de Wikipedia afirma que hubo 68.000 víctimas en ambos bandos. Los franceses entraron en Moscú y la lucha continuó, pero los rusos luego quemaron Moscú y, cuando se acercaba el invierno, Napoleón y su ejército tuvieron que huir de Moscú para salvarse el pellejo. Huyeron pasando por el mismo campo de batalla de Borodino donde se había librado la batalla épica dos semanas antes: lobos y perros se alimentaban de los cadáveres humanos que habían sido víctimas de la guerra.
Como pueblo colonizado, los beliceños buscábamos en los británicos y otros europeos el ejemplo y el liderazgo en la cultura y asuntos como esos. En Honduras Británica, el centro de nuestros esfuerzos por copiar la cultura británica y europea fue el original Instituto Bliss en la Ciudad de Belize, construido con dinero donado por el Barón Bliss en 1926. El original Instituto Bliss era totalmente elitista.
Así comenzó un tal Michael D. Phillips un ensayo titulado “The Festival of Arts: British Honduran, Belizean, and National” [“El Festival de las Artes: hondureño británico, beliceño y nacional”]. Su ensayo aparece en un libro titulado BELIZE: SELECTED PROCEEDINGS FROM THE SECOND INTERDISCIPLINARY CONFERENCE, una colección de ensayos editados por el mencionado Michael D. Phillips y publicados por University Press of America en 1996:
Durante 27 años, desde 1953 hasta 1979, el Festival de las Artes fue el evento cultural más grande e importante de Belize. Desde sus modestos comienzos, el festival creció y finalmente fue reconocido como uno de los más prestigiosos y de mayor duración de todo el Caribe. Sin embargo, cerca del final, fue víctima de la apatía y de un abismo creciente entre los objetivos de los comités del festival, muchos de los cuales habían trabajado durante casi los 27 años completos, y el público beliceño. Así, apenas dos años antes de que la colonia finalmente obtuviera la independencia total, el festival ‘nacional’ se desvaneció silenciosamente, dejando tras de sí un historial bastante desigual de promoción de las artes y avance cultural en Belize.”
En este preciso momento, los haitianos están actualmente librando lo que es parecido a una guerra civil. En este preciso momento, Rusia ha estado librando una guerra para recuperar el control de Ucrania, que solía ser una provincia suya. Los rusos son una potencia mundial. Los haitianos son un pueblo descolonizado. Lucharon en una revolución para lograr la libertad de la esclavitud y el colonialismo.
En Belize, los británicos nos concedieron la independencia política en 1981. Sin embargo, es muy posible que todavía vivamos en una sociedad colonizada, mentalmente hablando, y por esa razón, personas como yo miramos hacia el futuro con una pizca de miedo. ¿Hacia dónde Belize? ¿Estamos preparados para lo real?